Dulce tentación, de Mabel Díaz

Paris Mackenzie es un guapo militar inglés que dedica su vida a proteger a los más débiles y a buscar a la mujer de sus sueños.

Un día Megan se cruza en su camino y el flechazo de Paris con ella es fulminante. Sin embargo, Megan no tiene tiempo para el amor. Debe centrar todos sus esfuerzos en alcanzar el éxito en su negocio y en criar sola a su hijo de cinco años.
Paris no descansará en su intento de seducirla y enamorarla. Ideará un plan para conseguir el corazón de Megan, pero no contará con la buena química que surgirá entre ella y su hermano Adam, que hará que todo se complique.

¿Conseguirá Paris atrapar a Megan en las redes que va tejiendo a su alrededor? ¿O será Adam quien logre gozar de esa mujer? ¿Caerá Megan en la dulce tentación que suponen dos hombres como Paris y Adam? ¿O se conformará con sólo uno de ellos?

En primer lugar, agradecer a Ediciones Kiwi el ejemplar que cedió al blog para poder realizar esta reseña.

Para comenzar, nada más disponer del libro, me gusta su portada. Es tan dulce y sugerente como el título «Dulce Tentación». Pese a que el primer capítulo de esta serie, es más explosiva, esta se centra más en los sentimientos y me ha maravillado esa sensación erótica y romántica. Todo hay que decirlo, es de contenido de alto voltaje.

A lo largo del libro, te ves atrapado en un laberinto muy dulce. Paris es extremadamente romántico, al creer en el amor verdadero, Cupido, los flechazos, etc. Un punto a favor, para que no nos empachemos con tanto sexo.

Megan, es una mujer madura, madre soltera y que ha sufrido mucho. Se niega a correr en el amor, está sola en el mundo y sólo quiere salir adelante para que a su hijo no le falte de nada. Siempre me han gustado las mujeres así. A lo largo de la novela, veremos que esta labor no es nada sencillo y resulta agotador. También muestra que sigue existiendo esperanza, y es que nunca hay que dar el amor por perdido, toda mujer merece ser feliz.

Le cuesta mucho comenzar una relación con un hombre y, cada vez que puede disfrutar de una cita a ciegas, Megan nos regala su humor. Demostrando una vez más la fuerza del personaje, que está llena de fuerza, esperanza y que no pierde ese toque risueño que toda joven debería tener.

Paris Mackenzie, es un hombre valiente y que vive la vida como quiere, al ser militar es consciente de que el tiempo es el que es. Está dedicado su vida a proteger a los más débiles y a buscar la mujer de su sueños. En sí es un personaje muy sexual y romántico. Todo parece ser que es ese tipo de personajes que atraen y que es el hombre perfecto que toda mujer quisiera tener a su lado. Sin embargo, es inseguro, muy celoso y que a veces te quedas pensando ¿qué hace?

Conozco muy bien, por suerte o desgracia, el sentimiento de los celos y la crueldad que puede provocar en su personalidad, puede fastidiarlo todo cuando una figura del pasado de Megan regrese a su vida de una manera peculiar. En lugar de darle el máximo cariño y dulzura hay ciertos momentos que lo cogería y lo estrangularía. Sin embargo, la suma de su personalidad es que se inclina hacia lo positivo.

Un día Megan se cruza en su camino y el flechazo entre ambos es fulminante. Sin embargo, Megan no tiene tiempo. Se debe centrar en alcanzar el éxito y criar a su hijo de cinco años.

Paris, no es un hombre que se deje vencer ante la derrota, por lo que no descansará hasta seducirla y enamorarla. Ideará un plan para conseguir su amor, pero no contaba con que alguien del pasado entrará en la vida de Megan. Pero odío que me cuenten la historia sin leerla previamente, por lo que no quiero destapar esa parte sin que antes lo hayáis leído y disfrutado como yo. Esta parte de la trama me ha gustado, al explotar otra serie de emociones que estaban ocultas, pero no cerradas.

En esta segunda parte de la serie, aparecen personajes de la primera parte, como Joel y Kim. Está bien verles como les va la vida y que cambios se han producido desde entonces.

Sin duda, una historia que me ha gustado mucho y que, pese a no gustarme mucho la sensación del erotismo a la hora de leerlo, me gusta esta sensación que me provoca durante la novela.